domingo, 20 de diciembre de 2009

A Galatea que ya no está entre nosotros.



Porque te nos has muerto de frío esta noche aunque posiblemente también de asco, hoy estás aqui, como un pequeño homenaje de los pocos que te hemos querido. Sentimos todo, Galatea, no haberte podido abrigar más, que un abrigo es poco para un galgo cuando de noche hace hielo pero, en el fondo, lo que más sentimos es que el desgraciado de tu dueño viva feliz en la tierra. No te preocupes que en el cielo, nunca te lo encontrarás, que para esos está el infierno.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Entiendo lo duro que es trabajar con estos pobres animales que han sido abandonados o encontrados en pésimas condiciones, y debe ser horrible ver como cada día ésto sigue pasando, sobre todo durante el inhumano invierno segoviano, pero esa actitud rencorosa y vengativa a la hora de poner los comentarios no hace más que promover el odio.
Seguramente esos animales, por mucho que sufran la actitud de sus antiguos dueños mucho más que vosotros, nunca hablarían así. Serían bastante más constructivos.
Un saludo,
Maite García.

Anónimo dijo...

Creo que en este caso no se habla desde el rencor.. más bien se habla desde el dolor y la impotencia.
Lo sé por propia experiencia, afortunadamente en el caso de mi Chispi ella está ahí disfrutando de la vida, para verguenza de su antiguo dueño, que la ve con más frecuencia de lo que a él le gustaría y cada vez que la ve se le ensombrece la mirada, quizás recuerde lo mal que la cuidó.. una perrita que su peso normal es de 7 kilos, que cuando la rescaté del tejado del corral donde la había dejado abandonada para que muriera de hambre, pesaba 3 kilos.. hueso y pellejo.. Menos mal que tuvo una segunda oportunidad.. y que su "fantastico" dueño cuando me pidió explicaciones de porqué había cogido esa perrita que era suya y al contestarle yo, que nos podiamos ver en el Juzgado cuando quisiera, y que tenía las fotos donde se reflejaba el buen trato que le había dado al animal.. desistió de su empeño de recuperar a su "querida" y "bien" cuidada perrita.
Chispi está en casa desde hace 6 años y para ser una "viejita" de 11 años, goza de muy buena salud, y creo que no ha echado de menos a su antiguo dueño en ningún momento de estos últimos años.

Cordiales saludos.

Reme Vázquez.

Anónimo dijo...

No había leido, Maite, tu comentario hasta hoy. Acepto la crítica porque acepto casi todo pero considero que no se puede ver permanentemente esto y seguir siendo politicamente correcta. Hace falta decir las cosas claras y te voy a contar lo que ha hecho otro galgo en la protectora de Segovia cuando su dueño, de esos que no merecen ese tipo de comentarios tan destructivos, fue a recogerlo. Se escondió debajo de una furgoneta, enseñaba los dientes a la voluntaria que intentaba sacarlo para devolvérselo. No fue posible, yéndose el dueño para volver otro día. Cuando se fué, el galgo salió de su escondite y le empezó a dar besos a la voluntaria en la mano de agradecimiento pensando que había sido protegido.
Lo siento Maite, el galgo no sabía escribir pero si supiera ¿qué crees que diría?
Si, es cierto, me pego un gustazo enorme en medio de todo esto. Sé que nunca se encontraran en el cielo y lo creo porque Dios, además de misericordioso que lo es, es justo y el colmo sería que estuvieran los dos, la galga y él. Si así fuera, o bien el indeseable se habría arrepentido en conciencia de lo hecho o algo habría fallado.