martes, 12 de febrero de 2008

Mata a un perro "porque si". Artículo de la Razón Solidaria


Un vecino de Tenerife mata a tiros y después esconde el cadáver de un perro que no era suyo. Tras la denuncia de un vecino y la visita de la Policía, el hombre confesó su culpabilidad: «Lo hice porque sí»
Esther S. Sieteiglesias
Madrid- Siempre que se ha conseguido condenar a una persona por el maltrato o la muerte de un animal ha sido porque alguien lo presenció y después se atrevió a denunciarlo ya fuera mediante una protectora o directamente a las autoridades. Sin embargo, estos casos son hechos aislados, pues por desgracia o no hay testigos, o éstos no quieren tener problemas ni con la Justicia ni con el maltratador. Normalmente cuando llega un caso de maltrato, se archiva o se deja de castigar el infractor por falta de pruebas.En el caso de un vecino de Arico (Tenerife), los acontecimientos fueron distintos. Un ciudadano de la localidad vio cómo otro mataba a un perro y lo fotografió. Ocurrió el 31 de enero. Al día siguiente la protectora Amigos de los Animales de Arico lo denunció en el Ayuntamiento y a la Policía Local. Los agentes fueron al lugar de los hechos, y el sospechoso confesó que lo había hecho. «Porque sí», fue la respuesta cuando le preguntaron por sus motivos para agredir al can. «Ahora va a ser todo mucho más fácil» comenta la presidenta de la asociación Mirna Vaele, «estamos mucho más tranquilos pues su confesión suele ser lo más difícil de conseguir en estos casos».
La condena más grave
«De acuerdo con los agentes que llevan el caso, le puede caer la pena más grave por este delito», asegura Vaele. El Código Penal, en el artículo 337, establece que «los que maltrataren con ensañamiento e injustificadamente a los animales domésticos causándoles la muerte o provocándoles lesiones que produzcan un grave menoscabo físico serán castigados con la pena de prisión de tres meses a un año, e inhabilitación especial de uno a tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales». Para Vaele lo más importante es predicar con el ejemplo, que le quiten las armas y que los vecinos de Arico se animen a denunciar estas situaciones, «ya que parece que sigue habiendo cierto miedo».Según el informe policial, el perro, que no tenía dueño ni microchip, recibió tres disparos. Con intervalos de tiempo entre ellos. Después fue arrastrado y enterrado en la finca de este municipio tinerfeño.«Este caso nos ha consternado a todos. Tengo que agradecer la rapidez y eficacia de la Policía y el Ayuntamiento». De hecho, según cuenta Mirna, hoy se reúnen las protectoras y asociaciones de animales de Arico, políticos, agentes de la Policía y hasta el alcalde para hablar sobre este caso. «En Arico no tenemos una protectora municipal, yo me encargo de 30 perros y 50 gatos pero los tengo en casas de acogida», comenta. «Si este perro, que en teoría estaba abandonado, hubiera estado en una protectora, nada de esto hubiera sucedido». Por tanto en la reunión, las asociaciones propondrán soluciones al problema del abandono de animales en su municipio. Todavía no se conoce cuál será finalmente la condena de la persona que presuntamente mató al perro. Lo que sí se saben son las razones por las que lo hizo: «porque le dio la gana». Si un vecino del pueblo anónimo no lo hubiera denunciado, nada hubiera cambiado.

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